Con un simple tumor en el cerebro


Tengo la cabeza llena de locuras eternas,
Las mismas que plasman los cuadros del Dalí parisino
Con bigotes inventados en un sueño,
Donde mujeres sin forma
Toreaban a toreros morenos,
Muy del sur de Málaga,
Y lo llamaban las amantes,
Picasso a ratos,
Pablo,
Un nombre muy español,
Muy noble, muy de colores distintos,
Como la vida y la otra;
Que se violenta en una palabra
Y comete un homicidio con la siguiente,
Porque es dadaísta;
(Digo, perdida en un circo de pulgas),
Un poco,
Triste
Porque me reviento entre amantes lesbianos,
Que no me quieren sin el pecho,
¿Y qué más da si tengo otro en el corazón?
Y soy la Antología de un poeta borracho,
Pero genio;
Y soy el amor que buscas Borges,
Alborotado
En tus ingles y en tus poemas,
Y entre Galas con bastón,
Y Rayuelas y Lucías,
Que se han perdido,
Que se queja ahora el señorito Oliveira,
Que la ama en París, París, París;
¿Por qué no inventar un estilo que sólo
Entendamos algunos,
Donde Moro diga:
‘’Existe utopía,
Porque tú existes en mi’’;
O haya más Aleph visible que,
Escondido,
En las gafas de un tal,
Allen,
Que no sabe vivir
Sin sillones psicoanalíticos,
Te cuente que ya no hay héroes, ni bacanales,
Como violaciones entre dioses y humanos?
¿Qué pasa con los locos de la peste y del alma,
Que se encierran en libros que ven y no ven con
Las cosas de los ojos,
Que son cítricos críticos de la sinrazón,
Y sólo pintan cuadros raros,
A los pintores me refiero;
Y se poseen en bellas épocas,
Del Romanticismo pomposo,
A la piedra del camino que hizo un Coliseo,
Derramó sangre impura,
O impura,
Y emperadores y,
Se desgarra un alma poseído
Y violado lentamente
Me apetece desgarrarme la cabeza
Y meterme la mano en el cerebro,
Desangrar esa membrana y escupirla por la boca,
Matar algo vivo aplastándolo con la lengua,
Comérmelo y vomitarlo por asqueroso y mezquino,
A la vez que me apetece amar lo desgraciado y doloroso
Por su forma abstracta,
Defecar en lo que más odio
Y hacerlo poesía,
Darle una vida nueva a la basura errante,
Y masturbarme bajo la luna
Con esa rabia,
Porque no existe la cordura
En este mundo de cuerdos,
¡Qué me desgarren el pecho de amor loco y
Qué me hagan olvidar el que no veo!,
Que no pienso,
Que tengo rabia, que es cierto que me comía mi cerebro,
Que no quiero seguir ninguna regla establecida
Y que me da igual inventarme un nuevo arte poético,
Fíjate lo que hago,
Con un simple tumor,
En el cerebro.


2 comentarios:

  1. Increible lady... no se muy bien por donde empiezas pero siempre me das un vuelco al leerte... y al leerte inevitablemente escribo http://larealidadbohemia.blogspot.com.es/2014/01/entro-en-su-espacio-con-el-debido.html

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  2. Nunca comento,pero siempre te leo.me pareces increíble.muchos be sotes mujer maravillaaaa

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